Capítulo 28

Una sombra cruzó la mirada de María. En el escenario, Carmen devolvía a Javier un beso al aire lleno de ternura. Una de las competidoras, incapaz de contenerse, murmuró en voz baja: —Dicen que el señor Javier, de la familia García, es hijo del señor Alejandro y de su exesposa. ¿Por qué parece tan cercano con la señorita Carmen, como si fueran madre e hijo de verdad? Otra respondió con sarcasmo: —Porque la exesposa del señor Alejandro no servía para nada. Ni su propio hijo la quiere; solo a la madrastra. Imagínate qué fracasada debe de ser. Una tercera añadió, con crueldad: —Supongo que esa exmujer murió como debía. Muerta ella, feliz toda la familia. Al oír aquellas palabras, los ojos de María, bajo la máscara, se estrecharon con un destello helado. La competición dio comienzo. Tal como todos esperaban, las primeras rondas se convirtieron prácticamente en un espectáculo personal de Carmen. Sus oponentes, ya fueran veteranas experimentadas o jóvenes promesas, en cuanto subían a la pista