Capítulo 74

—¿Dije algún disparate? Si no me crees, ¿por qué no miras tú mismo esa tablilla? ¿Qué pasa no te atreves a mirar? En las palabras de María hubo un matiz provocador. La mirada de Alejandro se endureció, y sus ojos descendieron hacia aquella pequeña tablilla de madera, ajada por el paso de los años. Su respiración se contuvo y, finalmente, con una mezcla de duda y desconfianza, se inclinó y la recogió. Las letras grabadas en la tablilla se volvieron tan nítidas que casi le lastimaron la vista. [Invierno de 2018, que el joven señor de la familia García viva en paz y posperidad; que la familia García tenga salud y felicidad]. ¡Era exactamente igual a lo que ella había dicho, sin cambiar ni una sola palabra! Los pensamientos en la mente de Alejandro estallaron como un trueno. ¿2018? En aquel entonces, él ni siquiera sabía que existía María, ¿cómo podría haber rezado ella por él? De pronto, alzó la mirada y la dirigió hacia las innumerables tablillas de madera colgadas a su alrededor. Extend