Capítulo 96
—Señor Eduardo, estoy bien; no tiene que preocuparse por mí.
Vicente no quería ver a Eduardo en apuros.
—Vicente, no te hagas el valiente. Vas a morir. Ven conmigo, veremos quién se atreve a detenernos.
Eduardo no temía al poder de Belén y, aún así, escogió proteger a Vicente.
Ese acto fue suficiente para Vicente; su corazón solo sentía gratitud.
Para un hombre que teme a su esposa, llegar a ese punto ya es un logro.
En ese momento, llegó Álvaro.
—Álvaro, has llegado justo a tiempo. Actúa rápido, atrapa a este chico.
Dijo Belén apresuradamente.
—Señora Belén, pensé que realmente quería cocinarme algo, pero resulta que solo era para engañarme y atraparme, y luego entregarme a la familia López.
Aunque Vicente ya había sospechado los planes de Belén, aún se sentía herido.
—¡Tonterías! ¿Cocinarte algo? Ni siquiera se lo haría a un perro, mucho menos a ti.
Dijo Belén despectivamente.
Vicente sacudió la cabeza, sintiéndose descorazonado.
—Álvaro, actúa rápido y atrápalo —ordenó Belén.
—¡No!

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.