Capítulo 77

Finalmente, a Hilda pareció ocurrírsele algo y presa del pánico, se arrastró hacia Lucille. "Por favor, salva a mi hija. Te lo ruego. Lo siento, acabo de meter la pata. Por favor, sálvala. Te lo ruego...", gritó. Lucille se adelantó y sostuvo a Evelyn antes de tratarla rápidamente. Su objetivo era la cabeza, las palmas de las manos y las plantas de los pies. Se movía tan rápido que nadie podía seguir sus movimientos. El impostor, cuyo rostro estaba cubierto de sangre de Evelyn, ya estaba estupefacto. No sabía cuál de sus pasos había salido mal. Cuando vio a Lucille tratando a Evelyn, no pudo evitar preguntar: "¿No habías dicho que no podíamos seguir tratándola? Intentas quitarme el mérito de mi trabajo con algún truco sucio, ¿verdad?" '¿Cómo puede un impostor como él, que casi mata a una persona, tener el descaro de pedir crédito?' Lucille tenía los ojos fríos como el hielo. Levantó la cabeza y le miró a los ojos. Su rostro era tranquilo de principio a fin, pero, de alguna manera, est