Capítulo 22

La fecha del concurso de Sergio se acercaba cada vez más. Por alguna razón, Patricia estaba incluso más nerviosa que él; sentada en el taller, su lápiz trazaba líneas rápidas sobre el papel. Había decidido diseñarle un traje de gala especial para la actuación. El conjunto ya estaba completamente terminado, pero Patricia quería añadir un detalle único, algo que lo hiciera realmente diferente. —¿Qué tal si bordo una frase con hilo de plata aquí? Murmuró, acariciando con los dedos el cuello dibujado en el boceto, sin darse cuenta de que alguien se acercaba silenciosamente por detrás. —¿Qué estás dibujando? Sergio se inclinó, su aliento rozando la oreja de Patricia. Ella se sobresaltó y, apurada, cubrió el boceto con las manos. —¡Es un secreto! ¡No puedes mirar! Su actitud, tan adorable como un conejito, hizo reír a Sergio. Le dio un suave beso en la frente. —De acuerdo, no miro. —Te traje algo de cenar. Es tarde y me preocupa que no aguantes. Cuando termines, vámonos juntos a casa, ¿vale?