Capítulo 17

Si hubiera sido antes, quizá aún habría sentido algo de compasión; pero en su corazón, solo quedaba fastidio. Sin dudarlo, apartó las manos de Marta, se dio la vuelta y la tomó del cuello, arrojándola fuera. —Marta, ¿te he consentido demasiado y por eso te atreves a ser tan insolente? Los ojos de Lorenzo se oscurecieron; en su mirada había rabia. —No es así... —Marta se sobresaltó y negó con la cabeza de forma instintiva. Apoyó las manos en el suelo y, dominada por el pánico, intentó levantarse como pudo. Pero a él le bastó una mirada al guardaespaldas y este la dejó contra el suelo. Le apretó la mandíbula con tal fuerza que parecía querer romperle los huesos. —Marta, antes, te di la oportunidad de marcharte y no la quisiste aprovechar, ¡ahora te la concedo! —Además, todo el daño que le causaste a Andrea, te lo haré pagar todo. Mientras hablaba, se limpió la mano con una toallita desinfectante, mostrando un gesto de desdén. Bastó una señal con la mirada para que el guardaespaldas asint