Capítulo 109

Desde el punto de vista de Edward: Cuando Chris condujo hasta el lugar que le había indicado, me vio de pie a un lado del auto averiado, fumando. Él debió darse cuenta de que seguramente yo estaba impaciente, así que rápidamente estacionó, abrió la portezuela y salió. Enseguida se me acercó diciendo: "Señor Franks, ya llamé al servicio de grúas para que lo remolquen. Estarán aquí en cualquier momento". Lo contemplé mientras hablaba y cuando terminó, apagué el cigarrillo que tenía en la mano. La impaciencia era una cosa, pero la ira y la frustración, sumadas a ese dolor, eran muy diferentes. “¡Dame la llave de tu auto!”, le ordené. Chris me miró sin comprender, pero no se atrevió a decir palabra. Rápidamente, sacó la llave de su bolsillo y me la entregó. Entonces me subí al auto, giré la llave en el encendido y en menos de dos segundos ya estaba lejos. Tuve que dejar el lugar que se ha convertido en un coto de caza para mí, pero esta vez no fui yo quien estaba de cacería, sino todo lo c