Capítulo 29

Los rayos del sol traspasaron las cortinas, cegando a Alexia por un momento. Con una mueca de dolor y el ceño fruncido, se tapó los ojos con el dorso de la mano. Tras levantarse lentamente y estirar su cuerpo, miró hacia la ventana con una sonrisa mientras pensaba: "Es un nuevo día y por fin voy a tener mi propia casa. ¿O debería vivir con Verónica? ¡No!, ella necesita su propio espacio’". Se levantó de la cama y se dirigió al baño, miró el jacuzzi desde la puerta y no pudo evitar pensar que era tan grande como una habitación. Ladeó la cabeza y dijo tocando su mejilla: "Tal vez debería olvidarme de dejar el palacio. Puede que mi destino sea tener que luchar por obtener las cosas". En media hora, estaba vestida con una camisa blanca y un pantalón de vestir, con tacones altos y el pelo cuidadosamente atado en una coleta. Se miró en el espejo y suspiró: "Solo tuviste la oportunidad de vivir tu sueño por una noche, es hora de volver a tus asuntos y a la vida real". Recogió su bolso Prada y