Capítulo 38

Habían esperado dentro del coche durante dos minutos, cuando finalmente vieron que los guardaespaldas sacaban a los dos hombres del club. Les vendaron los ojos, los amordazaron con un pañuelo y les ataron las manos a la espalda. Alexia le dijo a Joy que volvería enseguida y les ayudó a subirlos al maletero del vehículo. Se alejaron y condujeron en círculos durante unos minutos antes de volver a la parte trasera del edificio. Una vez que se detuvieron, Alexia se bajó con Leo y Jacob, y abrieron el maletero. Luego los sacaron y los tiraron al suelo, ella se acercó a ellos y les quitó la venda. Sus ojos parpadeaban mientras intentaban adaptarse a la oscuridad, pero lo único que podían distinguir era a Alexia. La joven estaba de pie con los brazos cruzados, burlándose de que la hubieran visto. Los hombres estaban completamente aturdidos, ella se acercó y les dijo: “No recuerdo la última vez que rompí los brazos y las piernas de quienes me molestaban, y estaba a punto de olvidar esa etapa d