Capítulo 14

—¿No será que nos dieron al bebé equivocado? En nuestra familia no hay ningún antecedente de mestizaje, ¿cómo es posible que el niño sea un mestizo de cabello rubio y ojos azules? Rosa sujetaba la mano de la enfermera, completamente angustiada. La enfermera les dirigió una mirada compasiva y respondió: —En todo el paritorio solo había una parturienta, es imposible que haya habido una confusión. Tanto Rosa como Juan se quedaron atónitos. Justo en ese momento, Sofía fue empujada hacia fuera por el médico. Juan, con el rostro desencajado por la furia, le entregó el bebé en brazos y la interrogó: —Explícamelo ahora mismo, ¿qué significa todo esto? Sofía se quedó perpleja al principio, pero al ver el rostro del bebé en sus brazos, abrió los ojos de par en par. ¿Cómo es posible? Si solo fue aquella vez, ¿cómo es que resulté embarazada? —No puede ser, yo tomé pastillas anticonceptivas, ¿cómo pudo este niño ser de él? —Las pastillas anticonceptivas no son cien por ciento efectivas, siempre exi