Capítulo 20

Sara ya había llegado al lugar; llevaba mucho tiempo esperando este día. En su cara se dibujaba una sonrisa que no podía ocultar. Antonia no le prestó atención, simplemente miraba su teléfono. Sabía lo injusto que era arruinar la boda de hoy para Nicolás. Pero no tenía otra opción. La boda se desarrollaba paso a paso, siguiendo el programa previamente establecido. Durante todo el proceso, Nicolás sostuvo fuertemente su mano, sin soltarla ni un momento. Antonia sintió que la palma de su mano sudaba por la fuerza con la que él la apretaba. Pero tampoco intentó soltarse de su mano. Un amigo de Nicolás se acercó a ellos y, sonriendo, se dirigió a Antonia: —¡Felicidades a ustedes, y también gracias a la señorita Antonia, por permitir que Nicolás esté con la chica más perfecta de su corazón! La gente a su alrededor estalló en risas al instante. A Nicolás no le importó en lo más mínimo. Antonia levantó la cabeza lentamente y fijó la mirada en la cara de Nicolás; sus facciones parecían haber s