Capítulo 162 Cásate conmigo

Después de haberlo preparado todo, él sacó un par de pantuflas nuevas y se las puso a Mónica. Una de las pantuflas tenía un dibujo de estrellas peludas, mientras que la otra tenía un dibujo de una luna peluda. Se veían super adorables. Los ojos de Mónica brillaron levemente y, mirando hacia arriba, le dijo al hombre: —Tío Sergio, estas pantuflas son muy lindas. Sus ojos brillaban como una creciente luna, y Sergio la miró con intensidad, doblando apenas sus labios en una sonrisa casi imperceptible. —Si, cuando las compré, me llamó muchísimo la atención el diseño, me parecieron bonitas y por eso las compré. Su voz llegó a ella desde la oscuridad de la noche, con un suave y fresco aire otoñal, algo ronca, casi capaz de penetrar las fibras del corazón. El corazón tranquilo de Mónica se agitó levemente, y murmuró un "gracias". —En el futuro, no sigas usando zapatos que no te queden bien. Los ojos oscuros y brillantes del hombre la observaban con atención, y sus palabras parecían tener un si