Capítulo 246 Aprovechando la oportunidad

Cruzando miradas con un amigo escondido entre la multitud, Ana envió una ligera señal de socorro. Sin embargo, el amigo evitó su mirada y se retiró a propósito hacia atrás. Ana palideció y lágrimas asomaron en sus ojos; luego, levantó la cabeza desafiante hacia Mónica. —¿Y qué si lo hice? ¿Cómo te atreves a decir que tú no tienes nada que ver con Pablo? —Si ya renunciaste al piano, ¿por qué regresaste a competir con nosotros? —Mónica, simplemente no me agradas. Al escuchar su admisión y sus claras críticas hacia Mónica, los compañeros dejaron de murmurar y dirigieron sus miradas de desprecio hacia ella. Mónica, por supuesto, sabía que Ana no la quería y también estaba consciente de que Ana no era lo suficientemente inteligente para idear ese malévolo plan. —Idiota, ni siquiera sabes que estás siendo utilizada y aun así te pavoneas. Ana, insultada de la peor manera, levantó su dedo apuntando a sus propios ojos agrandados: —¿Dices que yo soy la idiota? ¿No es así? Mónica levantó con alti