Capítulo 87 Consejos

—¿Quién está enojado? Yo estoy bien. Pablo soltó un leve gruñido. —Cualquiera lo puede ver con claridad, Pablo. Si no puedes dejar ir a Mónica, entonces ve y discúlpate con ella, haz que te perdone, ¿no sería eso lo mejor? Al escuchar esto, Pablo soltó una risa burlona, su rostro enrojecido lleno de sarcasmo. —Ya le he dado muchas oportunidades, y también me he disculpado con ella varias veces, pero ni siquiera sabe valorar la buena voluntad de los demás. Cada vez que abre la boca, es para decir que quiere terminar con nuestra relación. ¡Y esta vez, ni siquiera quiere casarse conmigo, prefirió tirarse desde el piso superior! ¡Eso fue algo ridículo! —Eduardo, ¿cómo crees que una mujer puede cambiar de sentimientos tan rápido? Eduardo, escuchando sus palabras, se quedó en silencio, y su mirada se hizo más seria. No esperaba que Mónica fuera tan tajante en su decisión de romper con Pablo. Se mordió los labios y, tras un momento de silencio, finalmente dijo: —Pablo, esta vez quizás