Capítulo 1153

Ella quería decir algo más, pero al ver la mirada inquisidora que Antonio le lanzó, decidió no hacerlo. Con Antonio cerca, Marta le contaría cualquier cosa de inmediato. Entonces, con una linda sonrisa, aceptó así la sugerencia de Marta. Después, comieron juntas el almuerzo. Luego pasearon un rato. A la una de la tarde, cuando Marta se acostó para tomar la siesta, ella sen cambio salió de la casa de los García. Luego fue a la empresa. Realmente no necesitaba ir allí. Pero como le quedaba de paso, decidió pasar a ver. Elena era realmente capaz, ella era una verdadera profesional. La empresa estaba muy bien congestionada. Al entrar, no podía dejar de admirar lo afortunada que era por tener una madre tan increíble. Dios realmente favorece a algunas personas con la apariencia, y Elena era en realidad una de ellas. A sus cincuenta años, parecía de cuarenta, y si no se miraba de cerca, no se veían arrugas en su rostro. Además, tenía una piel naturalmente blanca y rasgos delicados, que la hac