Capítulo 1459

Aunque aún no había recuperado por completo los recuerdos de los últimos diez años, Alejandro confiaba en que pronto lo haría. Ana, con los ojos enrojecidos, aceptó: —Estamos juntos. Marta yacía en la cama del hospital, pálida y visiblemente más delgada, afectada por no haber comido bien en estos últimos días. El cuarto estaba en silencio, y apenas se escuchaba la respiración débil de Marta. Ambos se sentaron junto a su cama. Alejandro tomó con cariño la mano de Marta. Al ver esta escena, Ana se sintió muy triste, sabía que Marta había estado luchando incansablemente durante los últimos tres años, sostenida tan solo por el deseo de reencontrarse con Alejandro. Ahora que él había vuelto y estaban todos juntos, el cuerpo de Marta ya no resistía más. Cuánto deseaba Ana que Marta pudiera acompañar a Alejandro algunos años más. —Abuela, he recordado ciertas cosas de mi niñez. Cuando despiertes, te las contaré una a una para ver si he recordado algo de manera incorrecta. —Dijo Alejandro con