Capítulo 1596

Alejandro apartó al instante la mirada y se aflojó ligeramente la corbata. —Subiré a cambiarme en este momento, regreso enseguida. Ana notó algo extraño en Alejandro, aunque no le dio demasiada importancia al asunto. Últimamente, Alejandro había estado muy ocupado, por lo que quizás solo se encontraba cansado. Además, había llovido torrencial todo el día, algo que inevitablemente afectaba el estado de ánimo. Luego de acomodar los platos en la mesa, Ana se sentó tranquila a esperar a Alejandro. Alejandro bajó con rapidez, ya vestido con ropa cómoda. Durante la cena intercambiaron unas cuantas palabras, sin profundizar en ningún tema. Después de cenar, Alejandro fue a lavar los platos y, cuando regresó al sofá donde ambos descansaban, rompió finalmente el silencio con un serio gesto: —De regreso a casa, Victoria se interpuso frente a mi auto. Ana arqueó las cejas con gran sorpresa: —¿Victoria? Por un instante no recordó quién era esa persona. Aunque su nombre le resultaba algo familiar.