Capítulo 1839

Bernardo vio una sombra oscura cruzar sus ojos cuando escuchó esas palabras: — Han estado demasiado ocupados con sus propios problemas como para preocuparse por mí. —La verdad los asustaste hasta enfermarlos. Ja, ja, ja… —Josefina se sorprendió. Bernardo no quería desilusionar a Josefina, así que afirmó: —Sí, han estado haciendo maldades durante tanto tiempo que tú por fin lograste asustarlos. Han estado tomando medicina y recuperándose poco a poco estos días. Esos dos no podrían enfermarse tan fácilmente. Solo había sido un poco de sabotaje de su parte. Miró de reojo algunos libros que estaban sobre una mesita al lado de la cama, el leer era útil. Si Josefina quería que esos dos se enfermaran, entonces era mejor que en verdad estuvieran enfermos. —¡Qué bien! Ellos te trataron mal, gastaron el dinero del matrimonio de tu madre y aun así se atrevieron a maltratarte, definitivamente merecían ser castigados. Sabía que recibirían su merecido. —Josefina se sintió aliviada. En estos días, ca