Capítulo 1932

La puerta del dormitorio siempre estaba abierta. También estaba encendida la lámpara de pie, lo que daba una iluminación muy suave al ambiente. Inicialmente, él solo echó un vistazo casual, pero esa mirada lo dejó conmocionado. Había alguien en la cama. Josefina, vestida con un traje tradicional exquisito, estaba dormida en la cama. —¡Josefina! Él corrió hacia ella. Llamó a Josefina con voz alta, un volumen que, en circunstancias normales, debería haberla despertado, pero Josefina no mostraba señales de haber escuchado, seguía durmiendo profundo. Inquieto, se acercó y tomó el termómetro que estaba al lado para medir su temperatura. La temperatura era normal, 36.6 grados. —¿Josefina? —Intentó llamarla de nuevo, pero aún así no recibió respuesta alguna. A simple vista, el rostro de Josefina parecía pálido y ella había adelgazado un poco, de repente, él se sintió culpable por haberse quedado en el piso inferior, sin saber en qué momento Josefina había regresado. Aunque no tenía fiebre, él