Capítulo 493

—Anita, estoy algo cansada, quiero ir a dormir. ¿Tienes que ir a trabajar, verdad? No te preocupes por mí, sigue con tu trabajo; puedo enfrentarme a lo que viene sola. Después de asegurarse de que el estado de Beatriz no era muy grave, Ana se marchó de Casa Campos. Justo después de su partida, Bryan llamó. —Ana, ¿cómo está Bea ahora? Ana, sintiendo pena por Beatriz, respondió a Bryan sin buen tono: —Cualquier persona que haya pasado por esto estaría mal, más aún Bea, que siempre confió tanto en ti. —Ayúdame a convencerla, resolveré este asunto —dijo Bryan con voz grave. Era exactamente lo mismo que había dicho cuando se marchaban de la casa de Leticia. —El presidente Campos conoce a Bea desde la infancia, debería saber mejor que yo cómo es ella. Espero que el presidente Campos pueda respetar a Bea. Tengo que irme a trabajar, cuelgo ahora. — Bryan estaba sentado en la oficina de su empresa, con varios cigarrillos ya apagados en el cenicero. En ese momento, nadie se a