Capítulo 89

Alexandra trató de mantener la calma por todos los medios a pesar de que la situación fuera realmente alarmante. A diferencia de cualquier otra persona en su lugar, ella dejó de retorcerse y respiró profundamente antes de darle un codazo a la persona que la estaba sujetando por detrás. Inmediatamente después de escuchar un grito de dolor, la rubia logró liberarse de su agarre. Por extraño que pareciera, aquella voz le resultó bastante familiar. Alexandra decidió darse la vuelta para confirmar sus sospechas y fue entonces que vio a Darius ligeramente inclinado y agarrándose sus costillas izquierdas. Además, tan pronto como hicieron contacto visual, ella pudo notar que él estaba experimentando mucho dolor. “¿Cómo es posible que me hayas hecho tanto daño? ¿Acaso estás tomando clases de artes marciales sin que nadie se entere?”, preguntó Darius, quejándose. Él intentó en vano enderezar su postura, ya que el dolor en sus costillas era demasiado fuerte y tuvo que volver a la posición en la