Capítulo 58

“Dame mi vaso. No puedes detenerme". Isaac gruñó, arrastrando las palabras. Extendió la mano para coger su vaso de whisky. Noah lo esquivó. “No…” Exclamó, fastidiado, “No te dejaré beber más. Ya estás borracho". “Dame el vaso o te golpearé…” Isaac le advirtió. “Isaac…” Noah gritó y lo sacudió, sosteniendo sus brazos a cada lado. "Vuelve a tus sentidos y escúchame". Isaac sintió una conmoción en sus nervios y dejó de moverse. Miraba a Noah mientras entrecerraba los ojos y parbadeaba con frecuencia, como si estuviera tratando de verlo con claridad. "Escúchame", Noah le dijo. "No puedes actuar como un loco. Vamos a encontrar una solución". Intentó persuadirlo, pero nada lograba convencer a Isaac. “No…” Isaac empujó a Noah. “Nicholas no me escuchará. Él se ha llevado a mi ángel. Mi ángel... la quiero... la necesito..." Noah suspiró, consternado, y se frotó la frente. "Vámonos. Te llevaré a casa". Él sabía que el actual estado mental de Isaac era inestable y que no había necesidad de hablar