Capítulo 98

Nicholas estacionó el auto y se asomó al balcón contiguo a su dormitorio. Él no se atrevía a salir del auto. Solomon no quería que Zara se quedara en la villa hasta que demostrara su inocencia. Nicholas no sabía cómo le diría a Zara que se fuera de casa. Entonces, suspiró hondo y bajó la cabeza, mientras sujetaba con fuerza el volante. Sin embargo, no sabía que la noche anterior Zara ya se había ido de la villa. Después de meditarlo durante mucho tiempo, finalmente salió del auto y entró en la casa. Observó a la criada limpiando la casa para luego dirigirse a su habitación. Sin embargo, no encontró a Zara en la cama. Suspiró y se dirigió al baño: "Zara, ¿estás ahí?" No obtuvo respuesta alguna. Tocó la puerta y la llamó: "Zara, cariño..." Mientras tanto, su mirada se centró en la cerradura de la puerta. Pero esta estaba cerrada desde fuera. Por lo que, frunció el ceño y procedió a abrirla para verificar si estaba allí. Pero eso era imposible. Se asustó porque no la encontraba. Estuvo ta