Capítulo 89

Pablo lo miró desde lo alto con desprecio: —Yo no colaboro con desagradecidos. —¿Qué quieres decir? —La familia de María ya ha descubierto la verdadera causa de su locura. Ya vienen hacia aquí. El rostro de Sergio se llenó de terror: —No fui yo quien volvió loca a María, fue Irene. Ella buscó a mi esposa, inventó que estaba embarazada y por eso terminó enloqueciendo. —Guarda esas palabras para explicárselas a la familia de María. —Pablo le dio una patada a Sergio y se dio la vuelta para marcharse. Yo lancé una mirada desafiante a Irene: —La familia de María no te lo va a perdonar jamás. Irene retrocedió dos pasos, presa del pánico: —¡No fui yo! Yo solo quería que se divorciaran. Pablo tomó mi mano: —Vámonos, busquemos otro lugar para comer. Este se lo dejamos a la familia García. Antes de salir, mis ojos se detuvieron en Lucía con un significado claro. El rostro de Lucía estaba tan pálido que parecía de papel. Camino a la salida, mis ojos bajaron hacia la mano con la que Pablo me sujet