Capítulo 11
Aquel día, Isabela había pedido a Héctor el número de Julieta con el único propósito de incomodarla.
Tras esa humillación, Héctor terminó amenazando a Julieta para que asistiera. Ella creyó que tal vez aún sentía algo, por la atención ostentosa que le había mostrado últimamente.
Pero ahora por fin lo veía claro.
Todo era solo para ponerla celosa.
Detrás de la mesa del pastel, Isabela apretó con fuerza la mano escondida y forzó una brillante sonrisa: —Gracias, Héctor.
Él solo respondió con una frase. Nunca fue de muchas palabras, y ese día, menos con ella.
Los invitados fueron llegando con regalos, hasta que la mesa se llenó.
Era una vida que antes Isabela ni siquiera se atrevía a imaginar.
Y, aun así, no se sentía feliz.
Cuando obtuvo su dinero, deseó su compañía.
Cuando consiguió su compañía, quiso su amor.
Todos habían dado su presente, excepto Julieta.
Héctor se acercó a la mujer que degustaba el vino con calma: —¿Y tu regalo?
Julieta estaba a punto de responder cuando alguien la ro

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.