Capítulo 1082

Nixon camina con indiferencia hacia delante. No está seguro de qué le pasa, es como si se hubiera metido en una situación desagradable. En lugar de quedarse en su habitación, simplemente sale a deambular sin rumbo fijo. Además, vio algo que no quería ver y quiso arremeter contra alguien pero no pudo. —Señor Diana, ¿no quiere llevarse el coche? —Holden se arma de valor para gritar. En realidad, las dos casas de huéspedes no están muy lejos la una de la otra. Está a sólo quince minutos de distancia. Pero como Holden condujo hasta aquí, planea conducir de regreso. Nixon se gira y mira a Holden. Holden parece entusiasmado, pero debido a la mirada fría de Nixon, no se atreve a pronunciar una palabra. "¿Dónde estacionaste el auto?", pregunta Nixon. "En el garaje de allí." "¿Dónde están las llaves?", sigue preguntando Nixon. "Por mi cuenta." Inmediatamente los saca. "Dámelos." Holden entregó obedientemente las llaves del coche con ambas manos. Nixon tomó las llaves del auto y le dijo a Ava: "