Capítulo 453

La tenue luz del amanecer se esparcía por el horizonte, derramándose despreocupadamente sobre el mar y la playa como pinceladas de acuarela sobre un lienzo. Los brillantes colores del amanecer se extendían sobre las olas, pintando el mundo en tonos dorados y rosados. Eleanor paseaba tranquilamente por la orilla, con expresión tranquila, casi indiferente. La caricia de la brisa marina ya no le resultaba desconocida: se había acostumbrado a su tacto, tal como se había acostumbrado a la vida en Pear Blossom Island. Su largo cabello negro azabache se balanceaba suavemente, alborotado por el viento, formando suaves y desordenadas curvas contra sus hombros. Pero entonces— Algo le llamó la atención. Sus pasos se hicieron más lentos y su mirada se agudizó; su actitud relajada desapareció en un instante. Una figura yacía inmóvil en el punto donde las olas se encontraban con la arena. Por la forma, era una mujer. Estaba tirada en la orilla, empapada, con los rasgos borrosos e indistintos. La mar