Capítulo 28

El nombre familiar hizo que a Lucía se le tensara el entrecejo. Pero al ver con claridad el mensaje, dejó escapar una risa muda y cargada de ironía. Tomás no la había etiquetado a ella. Solo había mencionado a todos los miembros del Grupo Evolux en el chat. Anunciaba que, para celebrar que Norma, incorporada al Grupo Evolux desde hacía apenas tres meses, había conseguido el primer proyecto clave, invitaban a toda la empresa a pasar dos días de convivencia el próximo viernes, después del trabajo, en el Balneario Monte Sereno. Debajo aparecía una fila interminable de vítores; todos agradecían a Tomás y a Norma. Lucía sabía que el mundo era materialista, que adular al de arriba y pisotear al de abajo era algo común. Aun así, verlo con sus propios ojos le provocaba una punzada amarga. Parecía que todos habían olvidado que el proyecto Grupo Solaris lo había conseguido ella tras medio año de idas y venidas. Y que ahora, sin embargo, se convertía en un mérito de Norma. Tomás también lo había