Capítulo 38

Marta entró con una gran sonrisa, cargando frutas. Al ver que Lucía y Norma estaban algo distantes, su sonrisa se hizo aún más pronunciada. —Llegó Marta. —Lucía echó un vistazo de reojo a Norma, y de inmediato mostró mucho entusiasmo hacia la recién llegada. Marta le tomó la mano a Lucía y le dijo con voz suave: —Señora Lucía, fue Federico quien no quiso preocuparme, por eso me lo ocultaron ayer. Si no, habría venido de inmediato a cuidarla. Los ojos de Lucía brillaron al escuchar eso, y mirando a Norma con sarcasmo, dijo: —Tú sí que eres mucho más amable que ciertas personas. —Quédate vos a cuidarme ahora. Si sigue cuidándome esa persona, ¡me va a hacer morir de la rabia! Marta se sintió orgullosa por dentro, y sonrió a Norma con satisfacción. Ya fuera Federico o Lucía, ¡ambos la preferían a ella! Norma se puso de pie. Finalmente Marta había hecho algo útil. Sin decir una sola palabra, salió de la habitación. Lucía abrió los ojos como platos. "¿Norma se había ido así como así?" "¿De v