Capítulo 85

Al notar las miradas de los demás, Marta mantuvo en todo momento una sonrisa elegante en su cara; ya lo había meditado con claridad desde el día anterior. Sin importar qué relación existiera entre Alonso y Norma, el hecho era que Norma se había ido de la casa de Federico. Eso significaba que los dos estaban separados. ¡La ganadora era ella! Miró a Norma con la postura de una vencedora. Norma no la miró; su atención estuvo fija en Federico todo el tiempo. —Está bien. Trabajar un día significaba recibir un día de salario. Si Federico quería armar un escándalo, que lo hiciera. Federico la observaba fijamente. ¿Así nada más aceptaba? ¿Sin discutir con él? No era de extrañar que no le contestara las llamadas; en realidad, no quería hablar con él, ni siquiera discutir. Al darse cuenta de eso, la respiración de Federico se volvió más pesada y su cuerpo empezó a irradiar una frialdad amenazante. Marta quiso consolarlo. Federico, con una expresión, salió de la sala de reuniones a grandes zancad