Capítulo 96

Norma miró cómo las personas de otros departamentos con las que mantenía buena relación se acercaban, y se sintió profundamente conmovida. Marta, al observar desde su oficina que sus compañeros salían uno tras otro, frunció el ceño y se apresuró a salir para detenerlos. Pero al notar que no solo la gente de su propio departamento, sino también la de otros, acudían a despedir a Norma, apretó los dientes con fuerza. Con razón le iba tan mal dentro de la empresa: resulta que Norma había conseguido ganarse a tanta gente a sus espaldas. Ahora se encargaría de recordar bien a cada uno de ellos, y cuando se convirtiera en la dueña del Grupo Nuevo Bosque, los reemplazaría a todos. Sin embargo, en el fondo seguía sintiéndose incómoda. Norma no era más que una mujer común y corriente; esas personas debían de estar ciegas. Con el rostro helado, Marta regresó a su oficina. Aun así, permanecía atenta a lo que sucedía afuera, especialmente a la oficina de Federico. Cuando vio que él no había salido,