Capítulo 1084

La comisura de los labios de la mujer se curvó con frialdad. —Un grupo de idiotas, ¿de verdad creen que podrán encontrarme? Ya que quieren jugar, ¡pues vamos a jugar hasta que ustedes estén acabados! ... Alicia se subió al auto y Teresa se sentó a su lado. Ella la miró y dijo: —Alicia, después de que termine el juicio, seguramente la situación en la escuela no estará tranquila por un tiempo. Aunque ya se resolvió lo de los medios, seguramente todavía habrá periodistas que te buscarán. Alicia la miró. —Lo sé, esta noche primero me quedaré en el apartamento. No tiene que preocuparse por mí. Teresa le dio unas palmaditas en la muñeca. —Eso está bien. —Señora Teresa, usted solo preocúpese por recuperarse. El vehículo se detuvo frente al hospital. Teresa bajó del auto, miró a Alicia y le dijo: —Ahora sí puedo recuperarme tranquila. Si tienes cualquier problema, puedes ir a buscar a Beto. Lo que pasó en aquel entonces fue culpa nuestra, así que en el futuro no tienes por qué ser cortés. Alic