Capítulo 1107

Marco se acercó directamente y vio al abogado Ángel, a quien ya había visto antes. Ese día lo había encontrado en el juzgado; era el abogado enviado por la madre de María. Marco, serio, preguntó: —¿A qué has venido? El abogado, al ver a Marco, no pudo evitar que su expresión cambiara notablemente; ¿por qué habían venido ellos y no Alicia? Mostró una expresión de sorpresa, pero pronto recuperó la compostura. —Soy el abogado encargado, he venido especialmente para gestionar los trámites del entierro de la señorita María. Marco apretó los dientes. —¿Y el cadáver? Me han engañado durante tanto tiempo, ¿y todavía quieren enterrarla aquí? Eso es imposible. —Señor Marco, el cadáver ya ha sido incinerado. Además, ya hemos comprado una parcela en este cementerio; ustedes no tienen ningún derecho a intervenir. Marco se acercó y agarró a Ángel por la solapa. —¿Por qué no pruebas a ver de qué soy capaz? Vicente intervino enseguida. —Estamos en Vientomar, no hay nada que la familia García no pueda