Capítulo 1208

Afuera, Oscar acababa de salir del hospital cuando, de pronto, una voz sonó detrás de él. —Señor Oscar, por favor, espere un momento. Él se giró y, al ver a Yalena, su mirada se volvió fría. Oscar solo se detuvo, pero no dijo nada. Yalena adoptó una actitud amable. —Señor Oscar, estoy muy preocupada por el estado de Belén. ¿De verdad podrá recuperarse su pierna? ¿Hay algo que debamos preparar? Oscar respondió con un tono sumamente frío y distante: —¿Y eso qué tiene que ver contigo? Yalena se quedó paralizada, sin imaginarse en absoluto que Oscar tendría esa actitud. —Señor Oscar, ¿acaso tiene algún malentendido conmigo? Oscar simplemente la miró fijamente por un instante, luego se dio la vuelta y se marchó, sin la menor intención de seguir conversando con ella. Yalena observó la dirección por la que Oscar se alejaba; su expresión se volvió mucho más seria. Era evidente que Oscar le tenía cierta aversión. Pero ella estaba segura de que no conocía a Oscar. Después de que Oscar se fue en