Capítulo 1224

—Disculpe, el lugar está reservado. No atendemos a nadie que no haya sido invitado. A Alicia le sorprendió que fuera así. En ese momento, Roberto sacó una invitación y la entregó. El camarero la revisó y le dio a Roberto un número. —Adelante, por favor. En los ojos de Alicia apareció un destello de duda; una vez dentro, exclamó asombrada: —¿Tú también tienes invitación? ¿No me digas que te la dio Gabriela? —Solo contacté amablemente a uno de los invitados, y él me dio su invitación. —¿Seguro que fue un contacto amable? "¿No fue más bien en tono de amenaza?" Roberto la miró, cabizbajo. —De hecho, le estoy haciendo un favor, ¿no crees? Alicia asintió. —Tiene sentido, vamos a ver qué trama la señorita Gabriela. La verdad, sentía mucha curiosidad. Alicia y Roberto entraron al salón de la fiesta. Pensaban que sería una fiesta elegante, pero dentro había muchas filas de asientos, como en una subasta. Eligieron sus sitios según el número recibido, y poco a poco fueron llegando más personas. A