Capítulo 1618

Interesante: Roberto también quería ver cómo se desarrollaría todo aquello. Roberto habló un rato con Pablo y luego colgó. En ese momento, Pablo estaba en un rincón de una fiesta privada. Alzó la mirada y vio a Belén, vestida con un lujoso traje de gala, de pie entre aquel grupo de nobles. Aun así, se mantenía serena y digna, tan magnética que nadie podía apartar los ojos de ella. A su lado había un hombre obeso y grasiento que le prodigaba atenciones. Pablo, al contemplar la escena, sintió un malestar insoportable. Pero Belén se desenvolvió con naturalidad y, al terminar la velada, se despidió de todos con amabilidad. Pablo contuvo su enfado hasta que Belén subió al auto; entonces la atrajo a sus brazos. —¿Coqueteando con otro hombre delante de mí? ¿Me tomas por muerto? Belén le dio un beso en la mejilla. —¿Acaso tienes celos? —¿Y si es verdad qué? Belén soltó una carcajada. En estos años parecía otra persona; ya no se sentía acomplejada por sus dificultades al caminar. Pablo habló: —