Capítulo 1655

Las palabras de Roberto apenas habían terminado de resonar cuando la anciana se mostró un tanto nerviosa. Al fin y al cabo, aquello se había hecho con tanto sigilo... ¿cómo podía saberlo? Ni siquiera la policía había encontrado nada. Roberto soltó una risa fría. —¿Acaso crees que porque la policía no descubrió nada la primera vez iban a dejar de investigar? Querer que nadie lo sepa, salvo que uno no lo haga. Encontrar dónde escondiste ese dinero sucio es solo cuestión de tiempo. La anciana movió los ojos con rapidez. —¡Estás diciendo disparates! Yo no he hecho nada de eso. La policía no ha dicho que sea culpable, ¿acaso solo porque tú lo digas ya lo soy? ¿Es que ustedes, los ricos, se dedican a humillar a la gente de esta manera? Uno de los padres que estaba al lado ya no pudo contenerse. —Oiga, señora, ¿no decía usted antes que era rica? ¿Que su hijo era un alto ejecutivo millonario y que en el futuro sería presidente de un gran grupo? ¿Por qué ahora cambió el discurso? —¡Exacto! Cuan