Capítulo 1660

Roberto la miró. —No intentes usar a la niña para acercarte a mí. —¿Crees que estoy usando a mi hija para agradarte? —Si no, ¿qué otra cosa? La mirada de Roberto estaba cargada de escrutinio. —¿Acaso todo lo que haces no tiene un propósito oculto? Alicia, enfurecida, soltó una risa. —Sí, tengo un propósito oculto, señor Roberto, usted es muy inteligente. —Entonces deja de hacer cosas inútiles. —Tienes razón, fui yo quien hizo algo inútil. Alicia dejó el vaso sobre la mesa, se dio la vuelta y se marchó hecha una furia. Mientras caminaba, mascullaba entre dientes: de verdad debía habérsele aplastado el cerebro con una puerta para decirle semejante cosa. Roberto, maldito imbécil. Él observó su silueta alejarse, alzó la cabeza y bebió de un trago el vino de su copa; sin embargo, esta vez, ¿por qué le supo tan amargo? ¿Era solo una ilusión? De todos modos, no se había equivocado: de ninguna manera podía caer en la trampa de Alicia. Aunque todavía no había averiguado la verdadera razón por l