Capítulo 1733
Cuando Alicia escuchó a Adolfo decir esas palabras, sonrió.
Le dio una palmada en el hombro y le dijo: —Así está bien. Ellos no merecen ser tu familia, y tú no tienes por qué sentir culpa alguna.
Los ojos de Adolfo se humedecieron y, al mirar a Alicia, se sintió conmovido.
La anciana, enfurecida, temblaba de pies a cabeza. —¿Tienes... tienes el valor de repetirlo otra vez? Si Ismael no puede quedarse en Reinos del Trueno, tú tampoco puedes quedarte aquí. Eres un huérfano, ¿con qué derecho eres mejor que Ismael? ¿No nos vas a dejar vivir en paz?
Tras sus palabras, la pareja de mediana edad que estaba a un lado intervino también. —Sí, madre, tienes que hacer que él renuncie también a Reinos del Trueno. Después de todo, el orgullo de Ismael es muy fuerte; si los parientes se enteran, ¿cómo va a poder seguir viviendo Ismael?
La anciana agarró la mano de Adolfo. —Ahora mismo te vienes conmigo, no te permito quedarte aquí.
La actitud de Adolfo fue firme. —No me voy a ir. Abuela, si sigues as

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