Capítulo 378
—No preguntes lo que no te corresponde.
Santiago, con las manos en las caderas, dijo: —Hermano, ahora eres tú quien me pidió que protegiera a la cuñada. ¡Tienes que poner de tu parte, o si no, no me haré cargo de eso!
Roberto sintió un fuerte latigazo en la cabeza y avanzó rápidamente, empujando así a Santiago hacia la cama.
—¡Ay, ay, ay! ¡Mira, estás matando a tu hermano! ¡Le voy a contar a la abuela que me pegaste!
Roberto, con un tono tranquilo, dijo: —¿Quién decía que mi actitud debía ser más correcta?
—¡Te hablo a ti! ¡Es que fuiste tú quien me lo pidió! ¡Mmm!
Santiago sintió que ya podía recomponerse, aprovechando así la oportunidad para demostrar su valor.
Roberto lo arrastró afuera de la cama, tirando de sus pies mientras lo sacaba del dormitorio.
Mientras caminaba, dijo: —Vamos al gimnasio y hablamos en ese lugar.
Santiago, tirado en el suelo a pierna suelta, no podía levantarse y comenzó a gritar aterrorizado: —¡Ayuda! ¡Mamá, por favor sálvame! ¡Me va a matar! ¡Mi hermano va

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.