Capítulo 953

En ese momento, Alicia solo sentía que el ambiente estaba impregnado de incomodidad. No esperaba que el ascensor siguiera en ese piso; probablemente se le había olvidado presionar el botón, de lo contrario, ahora el ascensor debería estar en el sótano uno. Giró la cabeza y echó un vistazo a sus compañeros; más o menos podía adivinar lo que pensaban por sus expresiones. Inmediatamente Roberto tomó la iniciativa de sujetarle la mano y miró a los compañeros que estaban afuera: —Perdón, Alicia solo me estaba gastando una broma. Alicia intentó soltar su mano, pero lamentablemente él no la dejó ir. Alicia observó cómo los compañeros entraban al ascensor y no le quedó más remedio que forzar una sonrisa. Dentro reinaba un silencio absoluto, aunque lo que pasaba por la mente de cada uno era un misterio. El ascensor llegó al garaje del sótano uno. Los compañeros se bajaron juntos, dirigiéndose en grupo hacia el lugar de la cena. Alicia, con esfuerzo, logró zafarse la mano y salió enfadada, pero