Capítulo 969
Al día siguiente, después de despertarse, Alicia contactó a Yago.
—¿Tienes tiempo hoy? Hay que ir al centro de detención.
—¿Roberto aceptó testificar?
—Sí.
Al otro lado de la línea, Yago giraba la punta de su bolígrafo: —¿Cómo lo convenciste?
—No fue necesario decir mucho, solo le conté lo que pasaba y aceptó.
—¿Así de simple?
¿Por qué a Yago le parecía que este Roberto no era el mismo que él conocía? ¿Tan fácil de tratar?
Él dijo: —Vale, pero hay que esperar a que Roberto vaya por sí mismo a la comisaría. Si no, ¿cómo va a creerte Álvaro?
Alicia guardó silencio un momento, parecía tener sentido.
Ella respondió: —Voy a contactarlo.
—No hace falta, en este tipo de cosas, como tu abogado, me encargo yo de hablar.
Alicia pensó en el conflicto entre Yago y Roberto, y rápidamente dijo: —Déjame a mí, así es más cómodo.
Yago mostró un poco de decepción: —De acuerdo, si consigues que hoy vaya a la comisaría, avísame para ir contigo.
—Está bien.
Después de colgar, Alicia dudó un momento, ¿cómo

링크를 복사하려면 클릭하세요
더 많은 재미있는 컨텐츠를 보려면 웹픽을 다운받으세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.
카메라로 스캔하거나 링크를 복사하여 모바일 브라우저에서 여세요.