Capítulo 80

Silvia se sintió culpable. Escorpión estaba tras ella, así que aunque no hubiera provocado un accidente cuando Neil se dirigía al juzgado, habría encontrado otra forma de hacerle daño. “¡Señora Remus, le prometo que el Señor Remus estará bien!”. ¡Ella no permitiría que nada le pasara! Después de que Silvia consolara a la Señora Remus y pidiera a alguien que la enviara de vuelta, no perdió de vista la puerta de la sala. Pronto, Ada recibió la noticia y corrió hacia allí también. Con los ojos llenos de lágrimas, miró a Silvia y le dijo: “Me enteré de que Neil tuvo un accidente de coche cuando iba a presentar los papeles del divorcio. Eres una buscapleitos. ¡Los que te rodean siempre acaban en desgracias!”. Silvia la miró con desprecio y le dijo con firmeza: “¿Esto tiene algo que ver contigo? No olvides que aún no me he divorciado de él. Una rompehogares como tú no tiene derecho a opinar sobre nosotras”. “¡Cómo te atreves!”. Ada guardó silencio un momento antes de hablar con cara