Capítulo 87

A estas alturas ya comprendía algo del carácter de Silvia. Si los demás no la provocaban, ella no se desviaría de su camino para causar problemas. Cuando Ada se dio cuenta de que Neil no estaba de su lado, al instante se sintió más afligida. “Neil, en realidad solo quería ayudarla a servir los huevos escalfados. De alguna manera, se volcó por accidente. Silvia pensó que lo había hecho a propósito y me dio una bofetada…”. Neil guardó silencio unos segundos antes de decir: “Entiendo. Puedes volver por ahora”. Ada lo miró con incredulidad. ¿No iba a defenderla? “De acuerdo. Volveré a visitarte la próxima vez. Neil, no seas duro con ella. Silvia solo se enojó porque yo no la ayudé. No la culpo”. Sin embargo, Neil parecía tranquilo, y ella no podía detectar ninguna emoción en sus ojos. Por lo tanto, se fue decepcionada. Neil se dispuso a buscar en la sala de estar por un rato hasta finalmente encontrar el botiquín de primeros auxilios. Deslizó su silla de ruedas hasta la habitación