Capítulo 90

Silvia se quedó sin palabras. Él podía haberse bañado solo anoche, pero hizo que ella le ayudara. ¿Estaba intentando avergonzarla? Cuando Curtis se dio cuenta de que su cara se había puesto roja de rabia, preguntó: “¿Por qué lo pregunta, Señorita Silvia? ¿Hay algún problema con el Señor Remus?”. Silvia sacudió la cabeza. “Nada. Puede entrar. Iré a trabajar”. “De acuerdo”. Cuando Silvia se marchó, Curtis condujo a Leo al interior de la mansión. La expresión de Neil era fría. “¿Qué te dijo Silvia en la puerta?”. “La Señorita Silvia solo me preguntó cómo solías ducharte o bañarte”. Neil frunció el ceño. “¿Qué le dijiste?”. “Solo le dije que normalmente lo hacía usted solo”. Al ver su expresión molesta, Curtis tuvo un mal presentimiento. “Señor Remus, ¿dije algo mal?”. Sin embargo, Neil no tardó en mostrarse indiferente. “Si Silvia vuelve a preguntar por mí, di que no estás seguro”. “De acuerdo”. Neil se masajeó la frente y se sintió un poco preocupado. Su relación ya era te