Capítulo 84

Amelia y Rocío miraron hacia allí. La ventanilla del lujoso Maybach se bajó, y el rostro apuesto y perfecto de Felipe apareció frente a ambas. Amelia arqueó ligeramente las cejas, ¿acaso él la seguía esperando? Se volvió hacia Rocío, pero antes de que pudiera hablar, ella ya había sonreído con una expresión enigmática y asintió: —Oh~ ya veo, ustedes diviértanse, yo mejor me voy ya. Mientras hablaba, se atrevió a despedirse de la mano de Felipe, diciendo: —Jefe Felipe, adiós. Se recogió el cabello de manera coqueta y se marchó, caminando de un modo seductor. Amelia no pudo evitar reír suavemente y negar con la cabeza ante su actitud, aunque sin poder hacer nada al respecto, sus ojos, sin embargo, delataban ligera ternura. Vio que Rocío se subía al auto, y solo entonces se dirigió hacia el auto de Felipe. En el instante en que Amelia abrió la puerta trasera, la expresión en el rostro de Felipe se endureció. Amelia, sin percatarse, se abrochó el cinturón de seguridad, pero notó que Felipe