Capítulo 99

Amelia se detuvo un momento y dijo con firmeza: —Lo haré yo misma. Invitar a Felipe a comer fuera no le parecía un gesto de cuidado. Después de todo, cualquiera podía pagar por algo así con dinero. Mariana se sorprendió un poco, pero respondió de inmediato: —Claro, al señor Felipe le gusta comer... Comenzó a enumerar varias comidas, y Amelia asintió con la cabeza, anotándolo todo mentalmente. Mariana estaba preocupada de que Amelia no supiera cocinar muy bien, así que le preguntó con unos ojos amable: —Señora Amelia, ¿necesita que la ayude con algo? Quería echarle una mano, para evitar que Amelia pasara por el mal rato de no saber desenvolverse en la cocina. Pero Amelia negó con la cabeza, rechazando su oferta con profesionalismo: —No es necesario, Mariana, puedes seguir con lo tuyo. Sin embargo, Mariana realmente no podía dejarla sola. Si Amelia se lastimaba, el señor Felipe se preocuparía muchísimo. Mariana sonrió con suavidad y negó con la cabeza: —No tengo nada urgente ahora, puedo