Capítulo 287
Bostecé y me froté los ojos antes de incorporarme para ver qué hacía Cristian. Era temprano por la mañana y, como siempre, estaba haciendo cosas raras otra vez.
—¡Oye, pervertido! —le grité y le tiré una almohada a la espalda. Cristian se quedó paralizado y me miró con ojos culpables.
“Dame una buena razón por la que estás sosteniendo mi bikini y mi sujetador”.
—Eso es porque… —balbuceó Cristian—. B-bueno, verás…
—¿Y bien? —Fruncí el ceño—. Vale, me tienes. —Cristian suspiró—. Buscaba tu talla porque creo que se te encogieron las tetas.
Me eché a reír y decidí ignorar lo que estuviera haciendo. Era obvio que planeaba comprarme regalos, así que decidí dejarlo pasar.
"¿Qué son esos pasos?", le pregunté a Cristian mientras me concentraba en el sonido tras la puerta cerrada. "Las enfermeras se van", explicó Cristian. "Ya no las necesitamos y se están llevando su equipo, así que..."
La pregunta equivocada en el momento equivocado.
"No puedo dejar de pensar en Gina", confesó Cristian. Intent

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