Capítulo 28

Viviana se quedó atónita, fuertemente abrazada por Leopoldo, mirando con estupor la desgarradora escena frente a ella. ¡Sintió que su corazón se detenía en seco por unos segundos! Incluso pudo ver con claridad la mirada de Gustavo en el momento exacto en que salió volando... No había miedo, ni arrepentimiento, solo una emoción compleja, casi de alivio, como si le dijera: —Mira, esta vez... fui yo quien te salvó primero... —¡Gustavo! —Leopoldo reaccionó primero. Mientras protegía con fuerza a Viviana, que temblaba de pies a cabeza, gritó con desesperación a los guardaespaldas y al personal de seguridad del hotel que se acercaban. —¡Llamen a una ambulancia! ¡Rápido! La escena se volvió un caos total. Viviana, al ver esa figura tendida en un charco de sangre, inmóvil, palideció, su cuerpo comenzó a temblar de forma involuntaria. Aunque ya no lo amaba, aunque había demasiados resentimientos acumulados, una vida tan viva y tangible... que quizás acababa de extinguirse ante sus ojos por salv