Capítulo 39 ¿Tienes tanta necesidad de dinero?

—Rubén, ya he sufrido bastante. Ahora solo quiero seguir viva. Si no quieres quedarte ahí mirando cómo ella me mata, solo mantente alejado de mí. Nora tenía los ojos enrojecidos. —Te lo ruego, déjame en paz. Su voz era serena, pero cada palabra llegó a los oídos de Rubén con un peso que le oprimió la garganta; incluso la rabia acumulada se le quedó atorada en el pecho. Él se quedó mirándola, atónito. Desde la línea de sus cejas hasta la comisura de sus labios, era la cara que había intentado grabar en su memoria durante todo este tiempo, la cara que había sostenido entre sus manos noche tras noche. Le encantaba cómo ella se acurrucaba en sus brazos, frágil y seductora. Pero ahora, ella lo miraba como si fuera su peor enemigo. Rubén no sabía a quién debía odiar por la situación actual. ¿A sí mismo por su impotencia? ¿A Silvia por su crueldad? ¿O a Nora por ser tan implacable con él? Nora intentó apartarse, pero Rubén volvió a sujetarla con fuerza. Apretó los dientes, furioso. —¿Estás ta